miércoles, 5 de septiembre de 2012

Primer día con la irlandesa.


PRIMER DÍA CON LA IRLANDESA.

Este verano ha sido aburridísimo. Además, estoy más o menos sola con todos mis amigos chicos, ya que las chicas se han ido de viaje pero yo, como estoy sin blanca, pues nada.

Una chica irlandesa vino de intercambio a casa de una buena amiga mía. La verdad que en el poco tiempo que la conocí me cayó muy bien y parece ser que yo también a ella, eso o es una actriz estupenda. La verdad que ir con esta amiga mía y la irlandesa es una depresión para mi autoestima.

Primero, porque mi amiga es una chica alta, morena de piel, ojos marrones, pelo castaño y muy agraciado, cuerpo espectacular forjado en años de ballet,... entre otras grandes cualidades. Segundo, la irlandesa es una chica pequeñita, de pelo liso y rubio oscuro, con ojos azules que parece que te puedes ahogar en ellos, la cara con pequitas como si fuera pelirroja y su piel, en vez de ser blanquita, era morena, ya que había estado un mes bajo el sol abrasador de Cádiz. Ahora, ¿podéis decirme que pintaba una chica como yo con ese par de modelos? Porqué para quien no lo sepa soy una chica más bien normalita, rechoncheta (“bien maja”, que dice mi abuela), ojos verdes (que para colmo cambian de color cuando les da la gana), pelo negro, o al menos lo era antes, ahora es medio castaño y, además, entre rizado y ondulado, lo que significa muchos nudos que quitar todos los días e imposibilidad de que el pelo quede más o menos decente.

Pero bueno, aparte de todo eso, esos dos días que pase con ellas fueron geniales. ¿Qué geniales? Estupendos, magníficos, supremos... Bueno, sin pasarse. Yo, que estaba agobiadísima con algunas de las tonterías que estaban haciendo los chicos esa semana, decidí salir, tomar el aire y ¡tachán! Me encontré con ellas. La irlandesa estuvo hablando conmigo y conocimos a los amigos del novio de mi amiga. La verdad que, a pesar de que todos estaban loquisimos, eran buena gente.

Más tarde fuimos a un pub. Un pub con aspecto australiano llamado Wallaby's pero que al entrar ese día, estaba lleno de guiris (hay que ver los efectos del FIB). Al pub no se le ocurrió otra cosa mejor que aprovechar que ese fin de semana era el FIB (Festival Internacional de Benicassim) y hacer el FIC (Festival Internacional de la Cerveza). En ese pub nos juntamos la irlandesa y yo, las dos unas vergonzosas de cuidado, y parecíamos dos palos en medio de burbujas bailoteando a su manera a nuestro alrededor. Vimos a una inglesa desmelenarse y ocupar media pista bailando de forma extraña. Además, un guiri negro, que media dos metros, se nos acercó a la irlandesa y a mi: “¿Quiereis baiflar?” Y las dos, casi a la misma vez, movimos la cabeza muy rápido hacia ambos lados y nos fuimos buscando la ayuda de los amigos del novio de mi amiga que, como imaginábamos, estaba fuera dándose el lote con el novio. Los encontramos enseguida porqué ellos daban el cante igual o más que los guiris. Vi a dos chicos bailando a salsa, más tarde a tres perreando e, incluso, a uno que está cojo dándolo todo en la pista. Y entonces, vino uno con su cubatita hacia nosotras: “¿Por qué no bailáis?” La respuesta fue: “No estamos lo suficiente borrachas para bailar esto” y mientras decíamos eso volvíamos a mirar a la inglesa dándolo todo, hacia arriba, hacia abajo, con sus … amigas delanteras bailando al mismo ritmo y a punto de salirse por su pronunciado escote.

Al final, la noche se desarrolló correctamente. Digamos que estuvo bien e, incluso, tanto la irlandesa como yo nos llevamos de regalo un llavero muy bonito. Además, nos quedamos fuera del pub un buen rato con uno de los amigos del novio de mi amiga que intentaba aprender inglés hablando con la chica. La verdad que, a pesar de su spanglish, el chico se defendía. ¿Qué opináis que es, spanglish o spaninglish? Hubo un gran debate sobre eso y viendo el chico que no podía defender su opinión de spaninglish, aclaró: “Mira allí será spanglish, pero aquí de toda la vida spaninglish”. Además estaban hablando tanto rato que les medio ignorábamos algunas veces hasta que escuchamos que él decía: “The boy throw a firework in my trousers and me: ostia! Ostia! Qué el pavo ese ma tirao un firework!” Si no lo entendéis no os preocupes, nosotros tampoco, pero nos reímos muchísimo. Como esa parida hubieron varias pero tanto me reí que no sabría contarlas con la misma gracia.

Al final, entre pitos y flautas, llegábamos a casa a las 5:30a.m. pero se me ha olvidado deciros que era un jueves y yo, al día siguiente, a las ocho de la mañana ya tenía que estar en pie, aparentando haber dormido ocho horas, como recomiendan todos los médicos, aunque no lo cumpla nunca.

2 comentarios:

  1. Un panorama hecho en el cielo con ángeles y una levantada temprano que nos recuerda la importancia de ser cautos. Pero felices.

    Entretenido relato.

    Besos.

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  2. Qué bueno!! Me has hecho sonreir, y eso ultimamente me estaba costando un montón. Por cierto, los ojos verdes son los mejoressssss!! (es que yo los tengo verdes, jeje) Ah, yo también soy de esas que tienen el pelo entre rizado y ondulado... y cuando está rebelde no hay quién lo domine. Supongo que también me ha gustado porque me he sentido bastante identificada.

    Un abrazo!

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