miércoles, 31 de agosto de 2011

Un día de verano de maratón de películas.


Sin saber como volví a mis antiguas preocupaciones. No dormir por la noche, pues cuando tengo una pesadilla puedo estar más que segura que solo es el principio de una incomparable saga de historias de terror. Unas veces zombies, otras veces vampiros y otras cosas más reales. Pero esta vez no pasé sola el mal rato pues mi compañero, de pocas plumas, me acompañó toda la noche.

Anteriormente, una tarde de secretos que contar entre dos buenos amigos. Más tarde, sesión de películas. En las películas que vemos siempre hay alguien que habla. ¿Quien no tiene al típico amigo que te fastidia la peli? Pero eso no me molestó, yo ya estoy acostumbrada. A mi me molestaron otros pequeños detalles, como cuando quieren tener razón sobre mi vida o simplemente me cansa que me llaman por un mote que ellos mismos designaron. Aun así todo eso llevo mucho aguantándolo, me pregunto cuanto durara.

Pero las películas estaban entretenidas :)

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