martes, 16 de agosto de 2011

De nuevo cambio de planes.


Quedamos para ir de fiesta. Me puse la primera ropa que encontré en el armario y cogí mis tacones en el bolso que tanto he gastado. Corriendo, como siempre, alcanzamos el autobus que nos llevaria de fiesta. Alli todo fue bien saludamos a un lado y al otro de calle, consecuencia de conocer a gente. Hablamos, reimos y esperamos a los demás.
Fuego, mis ojos se encendieron en un primer momento de rabia al ver a alguien que no deseaba ver, más tarde se acostumbraron y simplemente quedo el sentimiento de malestar. Esperanza, eso no hundiria mis ganas de fiesta y la felicidad de volver a ver a todos tras un largo viaje.

Poco a poco la gente con la que habiamos ido se iba desvaneciendo e intercambiando por una nueva. Hasta quedar unos pocos que debiamos volver juntos. Pero no fue así... llegó la hora de irse y se negaron a volver a casa.

Yo, sola, con mi soledad, cogí el primer autobús que ví y puse toda mi energia en hacerme un hueco entre la multitud. Miradas extrañas, cansadas, sospechosas... y mi mirada, decepción.
Bajé del autobús y cogí un coche para poder descansar porfin en mi hogar, en mi casa, allí donde no hay maldad. Buenas noches.

1 comentario:

  1. Veo que te ha gustado la entrada de Spectrum :P( ja esta de nou una nova), un abraç Olga.. dont worry be happy( recorda aixo, que a més es teu de la foto aquella ;) )

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